lunes, 9 de septiembre de 2013

Cuando un pueblo se corrompe lo primero que se le daña es la lengua

“Aprovecho el día de hoy para decir claramente que si el sistema de instrucción de Puerto Rico no puede hallar los medios y maneras de despertar en cada puertorriqueño el orgullo de sí, de su cultura, su lengua y su historia, en una generación más habrá aquí un pueblo roto, vuelto contra sí mismo, y se habrá sustituido su voluntad de ser y de permanecer por los paraísos artificiales de la droga o el tranquilizante de los cupones de alimentos”. (“De castaño oscuro”, agosto 1981).

Cuando un pueblo se corrompe lo primero que se le daña es la lengua. Salvador Tíó

2 de septiembre de 2013

Estimado Sr. Gobernador Alejandro García Padilla:

La deserción escolar y el deterioro angustiante de nuestra lengua materna necesitan atención inmediata. Esa deserción es una puerta hacia la conducta delictiva en el contexto de la violencia desgarradora que existe en el país. Les quitamos a los jóvenes el derecho inalienable de dominar con fluidez su lengua materna. El PEN Club aporta su grano de arena, pues ofrece talleres de poesía, narrativa y redacción en algunas escuelas y universidades.

En aras de colaborar en el empeño para una solución, la Directiva del PEN Club de Puerto Rico solicita urgentemente una reunión con el Gobernador y el director del Departamento de Educación.

Los informes de los últimos años del College Board son alarmantes. Revelan un continuo deterioro, una pobreza expresiva, una falta de comprensión de lo que leen que sólo consiguen perjudicar y atrofiar la inteligencia cognitiva y el desarrollo emocional del estudiante. Estamos ante una epidemia de analfabetismo funcional que se traduce en un maltrato sostenido contra nuestra niñez. No hay tiempo que esperar.

La falta de énfasis en el español y su deterioro en la enseñanza afecta la inteligencia de una juventud que no puede expresarse con soltura, escribir un párrafo coherente ni desarrollar una idea clara. El problema es grave, pero tiene solución, si hay voluntad de defender la educación y la cultura, que son sinónimos del progreso económico y espiritual para los pueblos.

El PEN Club de Puerto Rico defiende el derecho inalienable de los niños y los jóvenes de aprender bien su lengua materna. Pide al Gobierno del Estado Libre Asociado de Puerto Rico y a su Departamento de Educación que informe al pueblo cómo se fortalecerá la enseñanza de nuestro vernáculo, el español, en nuestras escuelas. No puede haber un proyecto de país basado en el deterioro de nuestra lengua materna.

Apoyados en el Manifiesto de Girona que acompañamos, recordamos que la carencia del dominio de la lengua materna está íntimamente ligada al grave problema de deserción escolar. Entendemos que, por el bien del país, es inaplazable diseñar un programa efectivo desde la escuela elemental para que se insista en aprender desde los primeros grados a leer, escribir y hablar correctamente nuestro idioma.

Cuando eso no sucede, la niñez se frustra por carecer de exitosas destrezas de lectura y escritura. Ésta es una de las razones por la que en grados posteriores acaban desertando de la escuela. No tener las destrezas para entender las materias crea una baja autoestima que va de la mano con un alza en la delincuencia y la violencia que sufre el país.

El PEN Club de Puerto Rico, desde el amor y defensa de nuestra lengua, solicita al Gobierno de Puerto Rico y a su Departamento de Educación que nombre un grupo de maestros y educadores para revisar los libros de textos en los que se conjuguen la literatura y la gramática de forma amena e interesante. Solicitamos también que se vuelvan a ofrecer las lecturas de nuestros autores clásicos así como la de nuestros destacados escritores contemporáneos y latinoamericanos; que regresen los rincones de lectura en las escuelas y el programa de Lee y Sueña que tanto bien hizo a las escuelas y a la industria del libro en Puerto Rico. Entre otras ideas que queremos presentarle.

No hay estudio o propósito de futuro que tenga sentido si no tiene como parte de su visión fundamental un proyecto de afirmación puertorriqueña. La educación fuera de su cultura es un cascarón vacío.

¿De qué sirve tener libertad de expresión si nuestros jóvenes carecen de lenguaje suficiente para poder transmitir una idea, un sentimiento? Ello significa que no tendremos el lenguaje para poder transformar la emoción en arte. Un país que se respete tiene que empezar por respetar su lengua.

Es desde la lengua que muchos de nuestros jóvenes, escritores y artistas internacionales han triunfado y dejado huella. En el más reciente caso de la literatura, destaca el prestigioso Premio Internacional Rómulo Gallegos 2013 otorgado a Eduardo Lalo por su novela Simone, elegida unánimemente entre las 200 obras de 17 países.

La lengua es la máxima señal de identidad de un pueblo. Empobrecerla equivale a empobrecernos a todos. Sin lengua, no hay identidad de pueblo, no hay libertad.

Cordialmente,
Elsa Tió
Presidenta
PEN Club de PR

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